¿Qué es?
Las lágrimas producidas para lubricar el ojo drenan a través del sistema de drenaje lagrimal hacia la nariz; este conducto comienza en los pequeños puntos o aberturas ubicados en la parte más nasal del párpado superior e inferior (puntos lagrimales), luego, pasan a una bolsa membranosa (saco lagrimal), que drena hacia la nariz a través de ducto nasolagrimal. Este sistema de drenaje puede estar obstruido o estrecho bloqueando el drenaje de lágrimas.
¿Con qué frecuencia se presenta?
La obstrucción de la vía lagrimal (dacrioestenosis) es frecuente. Cerca del 5 % de los niños recién nacidos tienen síntomas de obstrucción lagrimal, pero por fortuna cerca del 90% de casos se resuelve en forma espontánea , con manejo médico y medidas de apoyo durante el primer año de vida.
¿Qué la ocasiona?
La causa más frecuente de esta condición es la persistencia de una membrana al final de conducto, por lo que las lágrimas se acumulan en el saco. Otras causas menos frecuentes incluyen; ausencia o cierre de los puntos, sistema óseo estrecho e infecciones de la vía lagrimal.
¿Cómo se manifiesta?
Hay lagrimeo constante, las lágrimas acumuladas se desbordan por el borde de los párpados, la piel alrededor del ojo puede irritarse y con frecuencia hay secreciones que se acumulan en las pestañas y la conjuntiva. En casos más severos pueden presentarse infecciones severas del saco lagrimal (dacriocistitis).
Algunos casos son intermitentes y presentan síntomas asociados a obstrucción nasal por frío, alergias u otras condiciones.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Las manifestaciones descritas en niños pequeños son muy sugestivas de la obstrucción: lagrimeo y secreción. Hay ciertas pruebas sencillas realizadas por el oftalmólogo en la consulta, que pueden confirmar el diagnóstico. No requiere de exámenes especiales, sin embargo, otras causas menos frecuentes de lagrimeo deben ser descartadas.
¿Cómo se trata?
El manejo inicial se basa en medidas generales sencillas: suero nasal para mantener destapada la nariz, masaje sobre el saco lagrimal y en casos de infección gotas antibióticas. En la mayoría de casos se resolverá espontáneamente en los primeros meses; cuando esto no sucede, o en caso de infecciones severas de manejo difícil, puede requerirse un procedimiento de sondaje de la vía lagrimal.
Este procedimiento habitualmente se realiza en salas de cirugía, bajo anestesia y consiste en pasar a través del conducto una sonda para destapar y dilarlo. En la gran mayoría de casos mejora con el sondaje ( del 90 al 95%); otros procedimientos, podrán ser requeridos en los pocos casos que no mejoran con las medidas conservadoras y el sondaje.